Hoy el Dr. Carmona, ginecólogo del Hospital de Gandia, nos ha ofrecido una charla sobre el síndrome genitourinario en la menopausia.
Toda la información de la charla se encuentra en la guía que nos recomienda, que se puede descargar desde el siguiente enlace: menoguia
La atrofia vaginal es la consecuencia de la disminución de estrógenos circulantes, que se produce durante la menopausia y se asocia con la aparición de síntomas vaginales (sequedad, prurito, dispareunia, sangrado postcoital), incontinencia urinaria e infecciones del tracto urinario recurrentes, que pueden agravarse o aparecer en esta etapa. A pesar de la frecuencia y el impacto de los síntomas de atrofia vaginal existen barreras para el diagnóstico ya que a menudo no se reportan y, en consecuencia, no se tratan. Las estimaciones sugieren que sólo 1 de cada 4 o 5 mujeres posmenopáusicas que sufren de síntomas de atrofia vaginal buscan atención médica. En consecuencia, la atención de la mujer menopáusica debe incluir la evaluación física para la atrofia vaginal así como indagar la posible existencia de síntomas y su efectos sobre la sexualidad y la calidad de vida.
Los estrógenos locales son el tratamiento farmacológico más eficaz para los síntomas de atrofia vaginal moderados o intensos. Normalizan el pH ácido, aumentan la vascularización del epitelio, aumentan la respuesta lubrificadora y disminuyen la sequedad vaginal. Todo ello contribuye a una mejora de la respuesta sexual.
• En una revisión Cochrane del 2011, los resultados muestran que la eficacia es similar para todos los preparados estrogénicos vaginales: óvulos, crema, anillo vaginal y comprimidos. La preferencia por las dosis bajas por vía vaginal se basa en la eficacia y en que también evita o minimiza los efectos sistémicos de los estrógenos, ya que los niveles séricos de estradiol se mantienen dentro del rango de la menopausia. La absorción de los estrógenos vaginales en función de la atrofia es un tema controvertido. Se ha informado que la absorción sistémica es mayor en los primeros días y después disminuye en el curso del tratamiento. Mediciones sensibles de estradiol no han apoyado esta conclusión.
Disponemos de una variedad de preparados de estrógenos vaginales:
Puede necesitarse algún tiempo en alcanzar el máximo beneficio.
• La dosis y duración del tratamiento necesario para mejorar los síntomas varían según las pacientes, y debe ser individualizada según el grado de los síntomas de atrofia vaginal de la mujer.
• Sugerimos continuar el tratamiento con una pequeña dosis de mantenimiento para evitar la recurrencia de los síntomas.
• No hay límite en la duración del tratamiento.
Perfil de seguridad endometrial. Cuando se ad ministran estrógenos a dosis elevadas o estrógenos de alta potencia se han descrito casos de hiperplasia o estimulación endometrial. Sin embargo existe evidencia de seguridad con los preparados de bajas o ultrabajas dosis.
• No es necesario controlar el endometrio en mujeres que están recibiendo estrógenos locales a bajas dosis.
• No es necesario tratamiento con gestágenos cuando se administran estrógenos locales a bajas dosis para tratar la atrofia vaginal.
• No hay evidencia de eventos trombóticos, ni aumento de recidivas o metástasis en mujeres con cáncer de mama cuando administramos tratamiento estrogénico local.
• La duración del tratamiento y dosis deben de individualizarse en función de persistencia y grado de sintomatología.